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San Francisco de Asís es considerado como el inventor de los nacimientos. Luego de un viaje de Asís a los lugares santos, brota la idea de festejar el nacimiento de Jesús de una manera mucho más esplendorosa.

El primer nacimiento vivo fue realizado por San Francisco de Asís con la ayuda de su amigo, Juan de Velita, en la ciudad de Greccia, en el valle de Rietei, a este participaron los pobladores del valle y de la ciudad, celebrándose así la primera manifestación externa del culto al nacimiento de Jesús.

Es al llegar la orden franciscana con los españoles, cuando comienza entre nosotros la elaboración de los pesebres o nacimientos como forma de celebrar la Navidad. Desde sus inicios, las imágenes del pesebre fueron el Niño Dios, San José, la Virgen María, los tres Reyes Magos, pastores, gente del pueblo, entre otras iconografías; todas ellas eran pequeñas esculturas italianas.
Con el tiempo esta costumbre fue enraizándose como parte de nuestras tradiciones pues fueron nuestros hábiles e ingeniosos artesanos quienes pronto iniciaron la elaboración de figuras policromadas con características indígenas.

Desde los primeros días de diciembre en la mayoría de nuestras familias se comienza a levantar el nacimiento luego de ubicar el mejor y más importante lugar de la casa porque "mientras más grande el nacimiento, mayores las bendiciones del Niño Dios".

Según la tradición, la imagen del Niño Dios no debe ser colocada antes de la noche del día veinticuatro, cuando el hijo de José y María, pues según cuentan las leyendas "si el Niño era robado y criado por los malos espíritus, podía dar origen al Anticristo".

El nacimiento del Hijo de Dios también con la celebración de una Novena o durante los nueve días previos a su nacimiento, los creyentes alaban y proclaman con rezos y villancicos la buena nueva de su advenimiento; era tradición convidar con galletas y caramelos a los participantes de la Novena que luego termina con la asistencia a la Misa del Gallo que se celebra la media noche del día veinticuatro.

Hasta hace algún tiempo los obsequios para los niños de la cada se entregaban el seis de enero, cuando en el calendario litúrgico se celebra el día de los Reyes Magos y era costumbre dejar junto al pesebre el zapato más viejo y usado para que el Niño Dios depositara en ellos un juguete y una bolsa de golosinas.

El Museo Pumapungo del Banco Central invita al público a visitar y a recrearse en el Pesebre del Niño Jesús, creación del artista René Pulla y admirar en esta bella muestra de imaginería popular la fuerza y el encanto renovador que nos brinda el Nacimiento del Niño Dios.

Tomado de:

www.elmercurio.com.ec

COSTUMBRES Y TRADICIONES NAVIDENAS.

Posadas: Son una tradición religiosa muy mexicana. Se trata de una novena que nos prepara a la celebración de la Navidad. Durante estos nueve días se reúnen las personas siguiendo un itinerario de oración y reflexión sobre lo que José y María vivieron durante los últimos días de la espera gozosa de su Hijo, cuando tuvieron que ir a Belén a empadronarse por disposición del emperador romano.

Hoy, se le llama posada a cualquier fiesta que se hace con motivo de las fiestas navideñas; pero muchas veces están muy lejos de tener un matiz religioso, que desde luego, no tiene por qué ser triste o aburrido, al contrario, las auténticas posadas deben de distinguirse por la alegría y la convivencia familiar y de amigos que celebran y comparten con gusto en torno al misterio de la Encarnación del Señor. Si tu eres cristiano, puedes ayudar a mantener vivo y auténtico el sentido de estas fiestas, por lo que te proporcionamos los elementos necesarios para que organices unas posadas de las que todos puedan disfrutar y aprender.

·                  Origen. Los primeros misioneros españoles, transformaron las fiestas prehispánicas paganas en fiestas cristianas. Durante el mes de diciembre, del 6 al 26, los antiguos mexicanos celebraban fiestas en honor de Huitzilopochtli. Sus fiestas consistían en ayunos para prepararse, coronación de su dios, adornar con banderas en los árboles, prender fogatas con maderas perfumadas, para terminar los días 24 al 26 con convites en donde se obsequiaban suculentas comidas y estatuas pequeñas de su dios, hechas con pasta comestible de maíz y miel.

Los misioneros aprovecharon la coincidencia de las fechas introduciendo la celebración del nacimiento de Jesús y eliminando el festejo a Huitzilopochtli. En lugar de las banderas y estandartes de ese dios, pusieron algunos estandartes de la fe cristiana que empezaba a tomar conciencia en los indígenas.

En lugar de la preparación a aquella fiesta, introdujeron el novenario de José y María, utilizando para esto la representación de su peregrinar de Nazaret a Belén. Se escogieron los últimos 9 días anteriores a la Navidad.

En ese tiempo las posadas se realizaban en el atrio o patio del templo o de los conventos, y concluían con las llamadas "misas de aguinaldo", en las que se hacían representaciones de pasajes de la Navidad para hacerlas más atractivas y amenas. Se agregaron luces, cohetes y villancicos y finalmente la piñata.

Poco a poco esta práctica se fue extendiendo hacia los barrios y vecindades, añadiéndose la costumbre de ofrecer al final el típico ponche de frutas. Lo que en un principio fue una celebración religiosa para el templo, se convirtió en una fiesta familiar y popular.

·                  Significado. Las posadas son fiestas próximas a la Navidad que nos hacen recordar las dificultades que pasaron José y María antes de que Jesús naciera, este recuerdo nos debe llevar a reflexionar a cerca de nuestra preparación personal para recibir al Niño Jesús, el sentido de la novena es prepararnos para ser mejores personas y abrirle las puertas de nuestro corazón al Salvador. El caminar por la calle rezando y cantando, nos hace recordar nuestro peregrinar por la vida para evangelizarnos en familia y evangelizar a nuestro paso. La comida y los dulces que se ofrecen hablan del gusto de compartir con los demás la alegría de estar esperando a Jesús que viene a nosotros. Romper la piñata significa el deseo de romper con la vida de pecado y dejarse inundar con los dones de Dios, representados por los dulces o frutas que salen de ella.

·                  Celebración. Las posadas son del 16 al 24 de diciembre, nueve días antes de la Navidad. Generalmente los anfitriones se preparan con figuras que representan a José y a María buscando en dónde nacerá su Hijo, con hojas con los cantos para pedir posada, las oraciones necesarias y villancicos, para que todos puedan participar. Como es una fiesta de origen religioso, para celebrar un acontecimiento religioso, es pues lógico pensar que en ellas no puede faltar la oración, la lectura bíblica y la reflexión, además de los cantos y la alegría que nos ayudan a vivir mejor estas fiestas. Se acostumbra iniciar con el rezo del Rosario, intercalando los cantos para "pedir posada" entre cada misterio, así como villancicos, mientras los asistentes van caminando de una puerta a otra; se termina con la lectura correspondiente a ese día de la novena de Navidad y por último con la fiesta, para celebrar y compartir.

·                  La Novena de Navidad. Durante los nueve días (del 16 al 24 de diciembre), se reúnen los participantes iniciando: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Se reza enseguida el Santo Rosario, pidiendo posada entre cada uno de los misterios.

Al final, entran en la casa anfitriona para reflexionar sobre una lectura bíblica.

Pastorelas

·                  Origen. Durante la Colonia, los misioneros españoles aprovecharon la fuerte tradición teatral de la cultura náhuatl para propagar de forma didáctica la evangelización. Los jesuitas, llegados a la Nueva España en 1572, ejercieron una amplia influencia en la educación del pueblo, fueron los principales impulsores de las pastorelas.

La primera representación que se recuerda se ubica en Zapotitlán Jalisco, donde se presencia la primera batalla entre San Miguel Arcángel y Lucifer, en lengua indígena. Eran entonces, las pastorelas, importantes elementos de comunicación y participación social. Pronto salieron de los atrios de las iglesias para escenificarse en las plazas y calles de los distintos pueblos, donde recogen las costumbres y prácticas de cada región. Así, para fines del siglo XVI, se encuentran referencias de una pastorela propiamente mexicana, con adaptaciones de esta cultura.

·                  Definición. Las Pastorelas son recreaciones de las peripecias que enfrentan los pastores para llegar a adorar al Niño Jesús, que ha nacido en Belén. En el camino tienen que luchar con los demonios, que representando los siete pecados capitales, les imponen todo tipo de trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir. El Arcángel San Miguel libra una intensa batalla con Lucifer y finalmente triunfa sobre él. Se trata de una confrontación entre el bien y el mal de la que se desprenden ciertas lecciones. Se caracterizan por su lenguaje rudo y esencial propio de pastores; están impregnadas de cierto humorismo involuntario y son ingenuas y picarescas.

·                  Significado. Hoy, las pastorelas conservan su contenido y estructura más o menos permanente, cuyo tema central sigue siendo el nacimiento y la adoración del Niño Jesús, e incorporando algunos personajes y situaciones nuevos. Son muy útiles para hacer reflexionar de manera amena a cerca de cuáles son los obstáculos que tiene el hombre para adorar a Jesús Niño, para aceptar su mensaje y vivir de acuerdo a su voluntad.

 

Nacimiento:

·                  Origen. Se atribuye a San Francisco de Asís, quien, en 1223 en vísperas de la Navidad, montó en el bosque de Greccio, el primer nacimiento de que se tenga noticia, con hombres y animales vivos. Su deseo era celebrar una hermosa nochebuena de Navidad, para vivir el recuerdo del Niño Jesús que nació en Belén en un establo. Una vez montada la escena, reunidos los habitantes de la aldea, se celebró la Eucaristía con algunos cánticos de la Natividad del Señor. Los asistentes llevaban antorchas y velas a fin de "iluminar aquella noche que debería de alumbrar a los siglos como una estrella refulgente". Al año siguiente repitió la representación con éxito y desde entonces la costumbre se extendió a todos los pueblos cercanos. Con el paso del tiempo la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y animales por figuras de madera o de barro.

En México, los nacimientos hicieron su aparición en Acolman, en el siglo XVI, como producto de las representaciones que se hacían de la Navidad, hasta la fecha, en la mayoría de los hogares católicos mexicanos, hay un nacimiento durante el tiempo de Adviento y las fiestas de Navidad.

·                  Significado. Colocar un nacimiento en la casa es para recordar el escenario en el que Dios se hizo hombre en Belén. En los hogares en donde se acostumbra poner adornos navideños, éste debe ser el más importante, el que está al centro de todo, pues lo que celebramos en Navidad es precisamente el Nacimiento de Jesús. Es una forma muy atractiva para hablar a los niños de la Historia de la Salvación. Es un medio didáctico visual que difícilmente pasará desapercibido. En la celebración familiar de la Nochebuena, la reunión es en torno al Nacimiento de Jesús y si éste puede ser representado de algún modo, la celebración será más emotiva, disponiendo a los asistentes a recibir en su interior a Jesús que nos trae la Salvación.

 

Árbol de Navidad:

·                  Origen. La costumbre de adornar árboles o ramas en los últimos días de diciembre tuvo su origen en el norte de Europa, muchos siglos antes de Cristo. El follaje verde y las luces que los adornaban estaban asociados con el solsticio de invierno, cuando la naturaleza parece muerta. Se pedía entonces al dios-sol que volviera revistiendo de luz y color los campos. Los escandinavos consideraban al árbol como símbolo de duración y renovación de vida. Los Egipcios usaban hojas de palma con 12 brotes como expresión sagrada de la terminación del año y del triunfo sobre la muerte. Los romanos celebraban sus fiestas decorando las casas con follaje verde, signo de fertilidad. Los judíos celebraban en invierno la Fiesta de las Luces, encendiendo durante 8 días velas que ardían constantemente. El cristianismo conocía todas estas tradiciones, pues muchos cristianos eran paganos convertidos. Comprendieron que era imposible arrancar las tradiciones y prefirieron darles un sentido cristiano. Así el árbol y las luces se utilizaron para evocar a Jesús, Árbol de la Vida, Luz del Mundo. Se cree que las primeras veces que se utilizó el árbol adornado con luces para celebrar la Navidad fue al norte de Europa, quizá en Alemania. A cada elemento se le dio un significado cristiano que hasta la fecha conservamos.

·                  Significado. El árbol con sus ramas verdes, simboliza la vida eterna que trajo Cristo al mundo, la perpetua primavera de esperanza. Las velas encendidas –ahora focos de colores- y los objetos brillantes colgados, simbolizan el advenimiento de la luz y la gloria de Dios que se refleja a todas partes. La estrella que se pone en la cúspide, es recuerdo de la Estrella de Belén que atrajo a los hombres desde lejos. Los regalos que se colocan debajo de él, simbolizan la cantidad de dones que Dios nos trae con su Encarnación y que hemos de compartir unos con otros.

 

 

 

SE NECESITAN SACERDOTES.

PUDIERA SER ESTA TU VOCACION?

 

Saulo de Tarso sabía que él tenía razón. No podía permitirles a esos locos cristianos continuar en sus errores. Pero, en su camino a Damasco, una luz brillantísima le cegó. Entonces hizo una sencilla pregunta: “Señor, ¿qué quieres que haga?” Esa luz y esa sencilla pregunta, una vez respondida, cambió su vida totalmente. ¿Podrías tú hacer la misma pregunta, “Señor, ¿qué quieres que haga?”